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Buenos días, hoy os voy a contar mi particular visión de los supermercados Lidl el día en el que sacan productos de oferta.

Normalmente voy a comprar allí en horario de tarde y la gente es normal, educada y hasta incluso amable. Pero todo cambia si llegas a las 9 de la mañana con intención de llevarte algo que salga hoy en el catalogo.

La ultima vez que intente este deporte de riesgo fue para comprar juguetes de madera, nada más llegar ya vi algo inusual, un montón de abuelas con cara de pocas amigas y con carros preparados listas para salir corriendo como si fueran marquistas de una maratón.

Con forme la gente iba llegando se ponían en primera linea de puerta (aun cerrada), defendiendo su podium y si alguna madre ilusa intentaba ganar puestos como mínimo, aparte de las malas cara se podía encontrar con algún empujón furtivo para que entendiera que ese no era su puesto.

Nada mas abrir las puertas la gente empieza a correr en marabunta como en una peli de terror en dirección al objetivo, la estantería de las promociones, si en 30 segundos no has conseguido posición, mas te vale armarte de valor porque con solo meter la mano empezarás a recibir algún que otro codazo y lindezas del tipo «Haber llegado antes guapa», en mi caso ni llevar a #lapepi en mis brazos me libro de esa situación. Pero tranquilas que las dos conseguimos salir sanas y salvas.

Después de esa experiencia he decidido ponerme en forma para poder ser como Usain Bolt y marcarme los escasos metros de distancia desde la puerta hasta la estantería de las promociones en el menor tiempo posible para ahorrarme la mitad de los empujones.

Hacerme caso mujeres si queréis vivir una experiencia apasionante al mas puro estilo de los deportes de riesgo, pasaros por Lidl el día que promocionen un articulo con mucha demanda, la experiencia sera muy parecida y mucho mas barata. No se le puede pedir mas.